Actualmente la desnutrición es una problemática que afecta tanto a países emergentes como en países desarrollados, a causa de las diversas crisis económicas y de salud que se atraviedan en la actualidad (Díez Navarro, 2020). La desnutrición puede tener efectos directos sobre procesos neurológicos, facultades psicomotoras y el desarrollo cognitivo en general. Estos índices comúnmente son medidos haciendo uso de baterías de pruebas neuropsicológicas que evalúan procesos cognitivos como la velocidad motora, atención, capacidad viso espacial, funciones ejecutivas, comprensión, lenguaje, aprendizaje y memoria.
Por otro lado, en el caso de la desnutrición, también se hace uso de pruebas de indicadores antopométricos. Estos, proveen una mirada al estado general nutricional físico de un individuo. Las pruebas de indicadores antopométricos utilizan medidas de; composición corporal, proporcionalidad y tamaño para detectar diagnósticos con respecto al estado nutricional.
"El término de indicador antropométrico hace referencia a los índices de crecimiento, los cuales se utilizan para medir y evaluar dicho crecimiento del individuo teniendo como referencia su edad. Estos índices son: longitud/ talla- edad, peso-edad, peso/ longitud- talla y el índice de masa corporal correspondiente a la edad." (OMS, 2009)
Como ya sabemos, además de los indicadores antropométricos, otros factores sociales, pueden afectar tanto la nutrición como la madurez neuropsicológica.
Vidal y Santrich (2018), establecen que los indicadores antropométricos son una herramienta vital dentro de la evaluación de madurez neuropsicológica debido a que un gran número de poblaciones se encuentran en riesgo de retraso neuropsicológico debido a factores de riesgo como prevenibles. Algunos de los factores de riesgo que los autores identifican son: recién nacidos con bajo peso al nacer, carencia de alimentos en etapas tempranas, ausencia de servicios básicos, entre otros, las cuales están estrechamente relacionadas con deprivaciones no solo nutricionales sino también sociales y ambientales.
Con esto en mente, el uso de indicadores antopométricos permite identificar otras condiciones como: prematuridad, deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo, infecciones, síndrome convulsivo, entre otras (Leiva, 2016).
(Díez Navarro, 2020; Leiva, 2016; Noreña-Herrera, et. al., 2016; OMS, 2009; Vidal & Santrich, 2018)